Todos devienen
yo quizá ya devine contractura
y me quejo aunque no me queje
Todos devienen y olvidan
que en realidad fragmentan
se perfuman con el frasquito de esperanza líquida
ambarino y aterciopelado
pero son fragmentos
sos fragmentos
soy
pedazos
picados
partidos
repetidos
inconciliables
comulgados en un cuerpo
enfundado en un vestido largo de encajes
no blanco no blando no mío
pero tan propio tan piel
tan yo
como el yo de ayer y los cien de hoy
el dejavú de las mil damas que no murieron
sobrevivientes del abismo de la nada
inmunes a las manos grandes del agua
a las manos de los hombres de los ojos de Margarita
(la que sonríe y no se le caen los pétalos teñidos de blanco soleado)
un resucitar de vestidos
verdes azules rojos
el regreso de Joaquina
de Isabel y Juana
Quizás
el regreso mío
Mi despedida.
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