Las palabras me desnudan en cada letra
los hechizos han calado muy hondo en los fondos de los vasos de agua
y es más fácil callar
cuando se dice todo en los movimientos, en las pestañas
la verdad se va escapando, goteando como un nene que juega a la escondida
y busca llegar
(o ganar)
los ojitos de reojo, la cabeza asomada
la decisión
correr, correr, correr
porque ahí reside todo
tocar y decir "buena" es el borde del hechizo
después el mundo puede pasar
la puerta se abre en la próxima ronda, en la ronda final
o en la sorpresa
en ser salvado
en tender las mil manitos que nacen
(o ya estaban)
las palabras vuelven a desnudarme en un baile lento
en un tango, o en un no-género
un compás nuevo, sincero
desprendido de mis sílabas
que no puede ser
sin otra mano sobre las mías.
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