lunes, 1 de junio de 2015

No iré a la luna

Yo no fui a la luna. Fui mucho más lejos.
Porque el tiempo es la mayor distancia
entre dos lugares. 
T.W.
En este piso todavía hay una sombra pequeña que salta las líneas de las baldosas.
En esta baldosa, aún respira una niña que quería crecer sin dejar de jugar.
En este techo, que no es ese,
todavía
siento el miedo a que me lleven los perros
o peor aún, a tener que correr a ser gatos.

Respiro y siento la cicatriz de mi primera tortícolis.
Huelo la comida de mi abuela a las once y media.
Escucho una bocina.
En este mismo punto de la tierra
(que perdió los primeros ojos que lo vieron)
hay un camino de huellas chiquititas.
Hoy, en un rincón de un lugar cualquiera,
ya no existe lo que yo quería que exista.

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