lunes, 13 de octubre de 2014

Ya estás en las olas de la Artista

No, no fui. Sé que no me culpás y que, aunque no me miraste, me conocés y te estás riendo de mí. Perdón, ya sería millonaria (dicen algunos, algún) si pusiera una moneda por cada vez que digo (o escribo) la palabra: Perdón. No sé mirarte a los ojos. Creo que solo fuiste un mal sueño y haberte visto partir sería convertirlo en realidad. Vos sos la más chica, pero yo no quiero jugar más.

Me gustaría poder salir de las celdas de mi ideas y abrir la imaginación
escribir una novela
un cuentito
(me pregunto cómo se le ocurrieron las tramas a los cuentistas.)
Quizá mi problema es que me cuesta escaparme
(es mi no-secreto)
tiendo a amoldarme a mis palabras, a mis sentimientos como quien no quiere mudarse a una casa porque siempre vivió en departamento. O al revés.
Todo al revés
y fingir que me escapo, meto alguna palabra que tenga que ver con volar
y listo
cliché
un poco de melancolía
tu carita mojada
tus no-alitas
todo
todo una parte de la nada
(y vuelvo a repetir, en infinito)

No, no fui. Me iba a doler mucho, no quería vomitar las lágrimas que todavía tengo. Me es más fácil putear a Dios, o a alguno de esos con los que no voy a disculparme por ahora.
Te quiero. Que tengas buen viaje.

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